El ministro de Hacienda, Mario Marcel Cullell, y la directora de Presupuestos, Javiera Martínez Fariña, actualizaron las cifras macroeconómicas y fiscales al cierre de 2023, del panorama para el año en curso y lo que se prevé para la economía chilena a mediano plazo (2025-2028), en la presentación del Informe de Finanzas Públicas (IFP) del primer trimestre de 2024 ante la comisión de Hacienda del Senado.
 
En la instancia, las autoridades recordaron que en 2023 la economía chilena superó los desequilibrios que dejaron el estallido social, la pandemia y las respuestas sobredimensionadas de política. Luego del sobrecalentamiento de la economía en 2021 y el proceso de ajuste de 2022, durante 2023 la actividad se estabilizó, con la contribución de la política monetaria y la política fiscal, para retomar una senda de crecimiento a partir de mediados del año.
 
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, sostuvo que “hemos dejado atrás varios años de incertidumbre fiscal; el escenario macroeconómico para 2024 agrega elementos positivos a los cimientos fiscales”. Además, señaló que “el ajuste al alza del precio del cobre previsto para los próximos años otorga un alivio en el margen para las cifras fiscales”.
 
Justamente, hicieron énfasis en el compromiso que mantiene el Ejecutivo con la responsabilidad fiscal. “En 2023 se continuó observando una normalización de la ejecución del gasto público respecto de las cifras de la pandemia del Covid-19, lo que se refleja en un crecimiento del gasto de 1,1% real anual con una ejecución equivalente al 100,0% del Presupuesto de 2023”, explicó la directora de Presupuestos, Javiera Martínez Fariña. Añadió que “este resultado se obtuvo gracias a la eficiente gestión presupuestaria de los servicios públicos que, pese a las contingencias climáticas y emergencias, pudieron responder a sus tareas en el marco del erario del período”.

Lo anterior llevó a que el Balance Efectivo del Gobierno Central Total registrara un déficit de 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB), pese a que la recaudación final del período fue menor en un 12,4% con respecto a lo registrado en 2022. En tanto, el Balance Cíclicamente Ajustado alcanzó un déficit equivalente a 2,7% del PIB.

Actualización del escenario 2024

Para 2024, en el IFP se proyecta que la economía se expandirá en 2,7% real anual, por sobre la estimación de 2,5% presentada en febrero. Esta mejora es reflejo del impulso acumulado desde mediados de 2023 y de un sólido primer trimestre, de la mano de la reducción de tasas de interés, una recuperación del consumo y un mayor dinamismo exportador. Este crecimiento podría exceder temporalmente el crecimiento tendencial estimado gracias al espacio abierto por las holguras acumuladas durante la estabilización.
 
La proyección de ingresos totales del Gobierno Central Total para 2024 asciende a $71.417.128 millones. Esta cifra implica un aumento en $70.060 millones respecto de proyectado en el IFP anterior, equivalente a un aumento de 0,1%. En tanto, el gasto del Gobierno Central se proyecta en $77.074.344 millones, manteniéndose respecto al presentado en el informe de febrero.
 
Con todo, para 2024 se estima un déficit efectivo de $5.657.216 millones, equivalente a 1,9% del PIB proyectado, al igual que el informe previo. Por su parte, se proyecta un déficit estructural de $6.826.109 millones, equivalente a 2,2% del PIB, lo cual representa un aumento del déficit estructural de 0,3 puntos porcentuales respecto al estimado en el informe previo. Esta variación es consecuencia de la aplicación de la regla de Balance Cíclicamente Ajustado y los ajustes por brechas estructurales, que provocan una fuerte contracción de los ingresos estructurales al ser estos ajustados por el ciclo.
 
Finalmente, al cierre del ejercicio presupuestario 2024 el stock de Deuda Bruta del Gobierno Central totalizaría cerca de 40,6% del PIB estimado para el período, inferior al 41,2% estimado en el Informe publicado en febrero. Ante el panorama expuesto, las autoridades reforzaron el compromiso con cumplir la meta de un déficit estructural de 1,9% del PIB en 2024.
 
El ministro de Hacienda recalcó: “En 2024 hay tres novedades importantes. Uno es que tras las Cuentas Nacionales, el cálculo de balance estructural se hace más exigente y eso obliga a un ajuste mayor este año, aunque a una escala muy diferente del año pasado. Dos, mejora la proyección de crecimiento para 2024 tomando en cuenta los datos de actividad del primer trimestre que fueron bastante positivas y el impacto del tercer tema sobre la economía como es el precio del cobre, cuya evolución es importante y se estima un impacto más persistente en los años siguientes. Al combinar todos estos factores, tendremos una relación deuda/PIB por debajo de lo proyectado”.

Una vez ajustado el curso de las finanzas públicas –como fue el compromiso de las autoridades -para alcanzar la meta de Balance Estructural este año, el Déficit Efectivo se reduciría a poco más de 1,5% del PIB, mientras que la deuda pública se ubicaría en torno al 40,3% del PIB, cifra inferior en un punto porcentual a la estimada al momento de formularse el Presupuesto 2024.

Mediano plazo

El escenario de mediano plazo (2025-2028) contempla que la actividad transitará gradualmente a sus niveles de crecimiento de tendencia hacia el final del periodo de proyección. Las proyecciones de precio de cobre se corrigen al alza en hasta USc$420 la libra, manteniendo la proyección para todo el horizonte considerado, mientras que el tipo de cambio llegaría a los $856 pesos por dólar al final del periodo de proyección. En tanto, se contempla una mayor inflación en 2025, que luego convergerá en torno al valor meta del Banco Central de 3,0%.
 
En el plano fiscal, el compromiso con la responsabilidad se refuerza hacia adelante. En el Informe se expone la senda de metas anuales de Balance Cíclicamente Ajustado, la cual respalda la convergencia establecida en el Decreto de Política Fiscal, con una reducción del déficit estructural desde un 1,1% del PIB en 2025, hasta uno de 0,5% del PIB en 2026.

"Hemos logrado una desaceleración en la tendencia reciente del nivel de deuda bruta como porcentaje del PIB, y esto va a continuar siendo así durante los próximos años. De esta manera, las proyecciones muestran que estabilizaremos este indicador en niveles menores al 41% del PIB hacia el año 2028, cumpliendo el compromiso de mantener la deuda por debajo de su nivel prudente de mediano plazo de 45% del PIB”, precisó la directora de Presupuestos. De hecho, Asimismo, la deuda bruta del Gobierno Central sería equivalente a un 40,8% del PIB en 2028.